de cadencias y otras cosas

obsesión:
(Del lat. obsessĭo, -ōnis, asedio).
1. f. Perturbación anímica producida por una idea fija.
2. f. Idea que con tenaz persistencia asalta la mente.

sábado, julio 30, 2005

Mortales

mortālis y mortifĕrus, hermanos latinos, mortal y mortífero, la amplitud y la claridad en una pelea olvidada por todos salvo lingüistas empolvados y algún otro extraviado...
Esta ambigüedad, como todo lo que atrae, tiene núcleo femenino: mortal nos llena de dudas, anuncia el final o denuncia la parte humana, nos recuerda que ser humano es saber que el fin es inevitable, esa certeza, la semilla de las pasiones, esa entrega al dolor-amor, es posible únicamente porque moriremos y queremos sentir, morder y perder, para que la partida definitiva nos encuentre sedientos de más, voraces de vida y cualquier alternativa que en ese momento encaremos insinuará alguna oportunidad de saciarnos...

Me gustaría despedirme de ti sabiendo que la siguiente vez que te vea moriré...
Mirarte detenidamente, grabarte en mi memoria y quedarme con ese fantasma tuyo como compañía en mis viajes, esa imagen intangible como un libro que se abre siempre en una página distinta...
Recorrer islas y mares, llenarme de sal y arena, olvidar mi nombre, lavarme en algún lago olvidado por los mapas, caminar con las sandalias de Aquiles, pasos que se acortan, búsqueda imposible...
Me gustaría hacer eso, y darme cuenta un día que he terminado, que estoy listo y es hora, romper ese calzado paradójico y enfilarme hacía algún lugar donde, sin haberlo dicho nunca, estarás esperando:

- Has tardado mucho...
- Hubo cosas difíciles de olvidar, siempre supe demasiado.
- ¿Y ahora?
- No quedó nada, salvo una certeza y el recuerdo de este lugar.
- Lo recuerdas porque nunca lo mencionamos, de lo contrario se habría borrado con todo lo demás...
- Típico de ti, tejer esos hilos... sin embargo, sabes que es hora.
- Lo sé.

Y, sabiendo que mi cuerpo es mortal, entregarme a tus brazos mortíferos...
el oscuro objeto tuvo tiempo a las 10:56 p.m.   | (0) anotaciones |

martes, julio 26, 2005

Re-Construcciones

Ella devora cada palabra, lenta digestión del discurso...
Su paladar refinado separa los sabores, las vocales alargadas, los acentos y lo no dicho, mediante algun proceso alquímico los elementos de mi habla se disgregan y son reordenados, Isis reconstruyendo a Osiris, la búsqueda de las partes, el meticuloso trabajo, el átomo, el instante, me siento un oráculo descompuesto, cuyas profecías, desarmadas, deben ser cuidadosamente acomodadas para tener sentido...
Sin embargo, pienso, que al ser éste un rompecabezas infinito, nunca podrá ser completa mi reconstrucción, algo se perderá entre las piezas... Imagino a Isis juntando las partes perdidas de su amado, la odisea de juntar fragmentos y, al tenerlos reunidos antes de reconstituirlo, preguntarse si no falta alguno, si ha fallado al reunirlos todos y uno, partícula esencial de su personalidad, se ha perdido, quizá todo el amor está en ese átomo perdido, o su memoria, o tal vez, al faltarle esa pequeña pieza, renazca con algún apetito insaciable...
Sin embargo ( y es mi parte favorita del mito) toda la búsqueda y el tejer de las partes era para despedirse y tener un hijo, ya que no importa lo poderosos que Isis y Osiris fueran, una regla muy sencilla gobierna a dioses, mortales y puntos medios: Cuando se ha muerto no se puede volver a habitar entre los vivos, así que la pareja dijo sus adioses y Osiris partió...
Todo esto me hace pensar en la multiplicidad de momentos similares, pequeños instantes de no retorno: después de esa palabra no te puedo amar, después de ese gesto no te puedo olvidar...
Y me pregunto si es posible recordar todos esos momentos, marcadores de kilómetros de nuestra historia, o simplemente los vemos como se ve a la arena: una unidad donde las minúsculas partes son olvidadas...
el oscuro objeto tuvo tiempo a las 12:28 p.m.   | (3) anotaciones |