de cadencias y otras cosas
(Del lat. obsessĭo, -ōnis, asedio).
1. f. Perturbación anímica producida por una idea fija.
2. f. Idea que con tenaz persistencia asalta la mente.
jueves, marzo 31, 2005
Cromático
(...)
Detenerse a no pensar, dejar por un momento que descanse la delicada relojería que impulsa nuestras fantasías, nos hemos acostumbrado al ruido y a las luces de la modernidad, el proceso nocturno se ha invertido: son las urbes las que iluminan el cielo nocturno, nubes rosadas a media noche, sirenas y motores nuestros coyotes modernos, recordándonos unos pasos más haya del halo de nuestra fogata, lo salvaje acecha... nos hemos asentado en la comodidad del pensamiento, perdiendo instintos de cazador, la seguridad que nos producen nuestros focos es asimismo una prisión, fuera del círculo que definen, el mundo es más oscuro, olvidando que sin los focos el mundo es más misterioso, pero también más grande... De igual manera el razonar nos seduce con sus logros, nos ceba, lima uñas y quita colmillos.
Siendo realista, es difícil funcionar en el cotidiano sin seguir las reglas del juego, pero de tanto en tanto, cuando la noche es dulce, apago la luz y disfruto mientras mis ojos se acostumbran a la oscuridad y el canturreo de la cabeza se va quedando callado.
No puedes conseguirlo poniéndote a pensar;
no puedes buscarlo sin ponerte a pensar.
Zenrin Kushu.
viernes, marzo 25, 2005
Conjugando
Oscuro como la Sombra, que es la madre de todas las cosas, miedo y misterio sus evangelios, fuerza creadora, no entiende de crueldad ni de piedad, de su vientre nacen, sin distinción, los besos que nos matan y las heridas que nos curan, cuando me acerco a este estado, cuando la penumbra comienza a merodear y focos y velas se retiran, tímidos, vencidos... me preparo para recibir ésto que sale del Otro Lado, listo para los nuevos apetitos, ¡bienvenidos hermanos! no conocía esta hambre, pero serán bien recibidos y vivirán con nosotros...
Más que dolor, era satisfacción lo que sentía Ahab cuando su ballena le quitó la pierna, este descanso que sólo conocen los que son presentados a la obsesión, a una de ellas al menos, a la suya, a la de ahora...
Escucho cerca los pasos en la Sombra, sé que se acercan, pero todavía no vienen... curioso por naturaleza, cualquier día de éstos le copio a Teseo la idea del ovillo y me alejo, de ésta, la última vela que me queda...
miércoles, marzo 23, 2005
Temperatura
Es sorprendente lo que un par de grados pueden hacer a nuestra percepción del mundo, dos marcas en un termómetro que en casi cualquier circunstancia serían despreciables, se nos presentan como la puerta al delirio o, por lo menos, a una facilidad lírica.
Esta burbuja de irrealidad me invitaba a una nueva apreciación por el cotidiano, un vaso de agua se convierte en la bebida más placentera y la tela suave es disfrutada con una nueva sensibilidad; de cierta manera me recuerda estas enfermedades sobre las que escribe Gide, donde tras la fiebre viene la calma y con ella una nueva conciencia...
sábado, marzo 12, 2005
Desdoblamientos
O. Tiempo sin verte...
S. Últimamente el sol te ha dado de frente, pero yo siempre te veo.
O. ¿Siempre?
S. Ya ni de noche duermo, siempre hay una luz.
O. Estarás cansada...
S. No es para tanto, yo no sueño salvo cuando estoy despierta.
O. ¿Qué te trae por acá? Rara vez apareces sin noticias.
S. Vengo a pedirte que olvides...
O. ¿Olvidar qué?
S. No sé, ya decidirás tú, todo lo que no olvidas lo cargo yo y normalmente no hay problema, pero hay días en los que pesa más...
O. No sabía que tú cargabas con todo... Creía que los recuerdos no pesaban.
S. Es la materia más densa del universo. Y la carga es más grande en estos...
O. ...días oscuros...
S. Nunca me ha gustado...
O. ...que termines mis frases...
S. Está despertando, pensé que teníamos más...
O. ..tiempo. Prometo olvidar...
Y quedo yo, solo, revolviendo el café y me pregunto... ¿Olvidar? ¿Olvidar qué?
domingo, marzo 06, 2005
Pausas
Me echo a pensar y hay siempre pensamiento.
Esto es desesperante".
César Vallejo
viernes, marzo 04, 2005
Sensorio
Diseñado para sentir, se ve un tanto olvidado en el cotidiano, bombardeados de luces tintineantes y sonidos estridentes, la negligencia se comprende pero no se perdona, fuera del ring del erotismo, donde ocupa lugar central, las sensaciones, especialmente las térmicas le son negadas... ¡vamos! Así como toda comida requiere sal y todo buen beso necesita una mordida, es fundamental sentir algo de frío, nada como un cambio de temperatura para recordar que estamos cubiertos de terminaciones nerviosas que nos describen al mundo...
Imagen: Día soleado con viento fresco, sentado bajo un árbol no demasiado frondoso, el sol se filtra entre las ramas y me hace olvidar el viento ahí donde me toca, cierro los ojos y me dedico a sentir la zona específica donde anida el sol, no es fácil, el viento mueve las hojas y la mancha luminosa se mece con ellas. Disfruto. Luego abro los ojos y veo pasar a la gente, cubierta con abrigos, gorros y bufandas, me dan ganas de contarles, pero no tiene caso, han olvidado...
Gide nos confiesa que lo que más le gusta del agua es que siente más los cambios de temperatura, una vez que nos remojamos en el frío, cuando logramos sentirnos a gusto y la tibieza del cuerpo es tranquilizante ahí donde el agua helada nos toca, salimos y el viento nos muerde y es con esa mordida que el líquido se vuelve un hogar, tíbio y acogedor, todo esto en un segundo... la piel y sus cambios de humor.
Adicta como es a los cambios, la muerte para la piel no es la ausencia de sensaciones, sino la ausencia de cambio, la tela más suave, ante la inmovilidad se vuelve la peor enemiga, úlceras, escaras, no hay mayor afrenta que olvidarla, dejándola siempre igual, siempre protegida.
Porque ese es el secreto, una piel cubierta, no siente... nada. Es únicamente en el hueco del calcetín, en la camisa mal fajada, en el cuello descubierto, donde respira y siente y se acuerda.