de cadencias y otras cosas

obsesión:
(Del lat. obsessĭo, -ōnis, asedio).
1. f. Perturbación anímica producida por una idea fija.
2. f. Idea que con tenaz persistencia asalta la mente.

miércoles, abril 20, 2005

Sin palabras

Otra vez estoy en un café, ahora en Toulouse, entré refugiándome de la lluvia, la universidad está cerca, así que la concurrencia es joven, vibrante, ruidosa...
El idioma me impide poner la atención deseada en conversaciones ajenas, así que esta vez sólo miro, al principio no la veo, en un mar de gestos y copas extraña su figura parada, quieta, cerca del teléfono, su abrigo no está mojado, así que entró antes que despertara la lluvia, tardo en notar sus rasgos orientales, su mirada ansiosa fija en la ventana, espera...

Ella está de pie,
ajena,
extranjera,
rodeada de personas que se ríen,
que no la ven,
que toman café.
Perseguida por la lluvia entra una mujer que al llegar se detiene,
buscándola,
al verla corre a su lado y la abraza,
Ella no puede más y llora,
por un momento eternizado se quedan así,
fundidas, calladas,
rodeadas de personas que no las ven,
que no las pueden ver,
porque estos pequeños milagros enloquecen a quien está en una mesa,
riendo con alguien,
platicando y
está solo y tomando café.

No sé cuánto tiempo pasó, unos minutos supongo, ambas salen, abrazadas bajo un paraguas, hay algo artificial en el aire, teatral, como si yo fuera el único en la audiencia de una función, todos los demás, histriones, actuando de manera normal, esforzándose en no voltear, en no notar...
El ritmo del café continúa, colorido, estridente, no puedo evitar pensar que hubo más comunicación en ese abrazo mudo que en todas las palabras de las mesas... así que callo y escribo y extraño...
el oscuro objeto tuvo tiempo a las 11:10 a.m.  

3 anotaciones al margen

Se agradecen, siempre se agradecen ese tipo de escenas bien contadas.
Abrazo felino!!!
Blogger unsologato, at 9:28 a.m.  
estuve ahí contigo
Anonymous Anónimo, at 1:08 p.m.  
Muchas veces yo fui esa extranjera de ojos pequeños, sola, en los cafés, en los bares. En las mesas de las arcades frente a la Place du Capitole, en el café de la Rue des Puits Creusés, en el Bar Basque...Me hubiera gustado que alguien entrara y me abrazara para disolverme como la lluvia sobre su abrigo. Me hubiera gustado al menos que alguien me mirara ...
Anonymous Anónimo, at 9:45 p.m.  

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